¿Donde están todos los Caballeros?

Hace algunas semanas me encontraba platicando con una señorita cuando de repente se me ocurrió reforzar algúna acción con la frase “un caballero siempre debe de procurar la comodidad de una dama” cuando la señorita en cuestión me pregunta, “¿Para ti que es un Caballero?” y “¿Qué es una Dama?, En mi interior me sentí muy seguro de la respuesta y me dispuse a contestar. Sin embargo desde ese día me puse a reflexionar el verdadero significado sobre aquella palabra tan usada por madres, novias y señores de avanzada edad, pero tan poco conocida y aplicada por esta sociedad llena de “igualdad social” y “equidad de géneros”.

La palabra “Caballería” (o “Chivalry” en inglés) proviene de la Edad Media y viene del latín caballarius que quiere decir jinete. Estos peculiares personajes no solo eran diestros guerreros que dominaban el arte de montar a caballo y empuñar su espada, sino que también eran conocidos por sus virtudes y honor para vivir su vida, así como también para sus habilidades para enamorar; Es ahí mis queridos lectores, por donde quiero empezar. Un Caballero no es simplemente un personaje galán, bien vestido que le abre las puertas a las damas, que sabe bailar y que tiene temas de conversación muy interesantes. Un verdadero caballero empieza por sí mismo, por tener virtudes y valores con los que rige su vida y una vez que es capaz de dominarse a sí mismo es capaz de dominar a su enemigo.

En la sociedad de hoy en día existen muchos malentendidos con este tipo de términos ya que muchas personas (en su mayoría feministas) consideran a la figura del Caballero como algo machista, un personaje que sobreprotege a la mujer porque piensa que ella es incapaz de defenderse o de pensar por sí sola. Ven la caballerosidad como algo del pasado, algo que ya no está de moda o que establecía barreras y prejuicios para las mujeres. No podían estar más equivocadas/os. La caballerosidad es no solo ser galante y protector de una mujer, la caballerosidad es un estilo de vida en el que uno se desprende del bien propio para buscar el bien de su país y su religión, la caballerosidad es proteger al desvalido, es ayudar al necesitado, la caballerosidad es olvidarse de uno mismo para darse cuenta de que vivimos con mas personas.

Investigando más a fondo descubrí que existían muchos códigos llenos de reglas las cuales ayudaban a un caballero a conducirse de la mejor manera, aquí les van unas reglas de la Caballería Inglesa las cuales me parecieron deberíamos aplicar todos en nuestras vidas:

• Vivir para defender la corona y el país y todo lo que ama.
• Vivir la vida de una manera en la que uno sea digno de respeto y honor.
• Vivir por la libertad, la justicia y todo lo que es bueno.
• Nunca ataque por la espalda.
• Evite hacer trampa.
• Siempre ser justo.
• Demuestre autocontrol.
• Demuestre Valor de palabra y obra.
• Defender a los débiles e inocentes.
• Lucha con honor.
• Nunca abandones a un amigo, aliado o a una noble causa.
• Siempre mantenga su palabra de honor.
• Mantenga siempre sus principios.
• Respetar la vida y la libertad.
• Morir con honor.
• Sea cortés y atento.
• Sea respetuoso del anfitrión, a las mujeres, y al honor.
• La lealtad a los amigos y los que ponen su confianza en ti.

¿Qué tal les parecen? ¿Qué tal nos caerían unos políticos caballeros? En mi opinión estos son los tipos de hombres (y mujeres) que necesitamos en nuestro país, personas que tengan un código de ética impecable, que vean más allá de sus intereses personales y que se desvivan por un país en el que no solo abunda la falta de caballeros, sino que raramente encontramos conductas humanas pareciéndonos cada vez más a los animales. Recordemos que no todo lo antiguo es anticuado, que los valores y las virtudes no cambian con el tiempo y que nunca pasara de moda ser desprendido. Recordemos que cada quien es responsable de hacer de este un mejor mundo dentro de sus posibilidades. ¡Que regresen los caballeros!

Ah sí, y para mí ¿Que es una dama?, bueno… es pregunta la contestare en otro blogg con mas calmita!

Saludos y buena semana

Rafa Saenz